Creo que hace falta juntarse para reandar con la memoria aquellos parajes que sólo nosotros conocimos en ese tiempo y en ese espacio, porque la montaña de hoy no es la misma que la de ayer y hoy yo tampoco soy el mismo, los tiempos compartidos son nuestras joyas y ningún tasador dará el valor que realmente tienen para nosotros. La montaña sigue ahí y no creo que le interese mucho quien la suba o quien se quede en la comodidad de su casa, lo que si creo que es un maestro, ese cerro interminable es un maestro que no le importa ser conquistado, porque va a estar ahí cuando todos nosotros en nuestras actuales formas nos hayamos ido. El esta ahí para que nosotros sepamos que podemos subirlo,... porque la pelea no es con el sino conmigo, la conquista indirecta es la de una montaña interna, un terreno inexplorado dentro de nosotros mismos, que desde el pasado fin de semana tiene un registro dentro de mis mapas porque logré recorrerlo y supe que era capaz, mis limitaciones hoy tienen nuevas fronteras, mas amplias y con mayor visión.La montaña me enseñó una parte de mi que me era desconocida y por eso de doy las gracias a ella y a todos ustedes que me acompañaron en la travesía. En la medida que sepamos quien realmente somos y que necesitamos nuestra vida se hará más fácil y seremos mejores personas.Les envío un abrazo desde las nuevas regiones conquistadas.Con afecto.

Alonso Vásquez